Gestión del estrés: Su vida en equilibrio
En algún momento de nuestras vidas, la mayoría de las personas experimentaremos estrés. Aunque pueda considerarse más bien una respuesta emocional, el cuerpo reacciona al estrés liberando hormonas que producen la respuesta de “lucha o huida”. Como consecuencia, aumentan el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la tensión arterial, se tensan los músculos y se suda más.
El estrés ocasional es normal. Por desgracia, el estrés crónico puede provocar diversos problemas de salud. Entre ellas se incluyen afecciones digestivas, dolores de cabeza, diabetes, enfermedades autoinmunes, cáncer y trastornos del sueño. También puede empeorar el asma y, a largo plazo, provocar depresión, ansiedad y otras enfermedades mentales. Según la
Asociación Americana de Psicología
alrededor de siete de cada 10 adultos (72%) han experimentado efectos adicionales sobre la salud debido al estrés, como sentirse abrumado (33%), experimentar cambios en los hábitos de sueño (32%) y/o preocuparse constantemente (30%).
No existe ningún medicamento ni fórmula mágica para curar el estrés. Consumir alcohol o drogas para mitigar los efectos del estrés puede agravar el problema e interferir con el sueño. Sin embargo, la buena noticia es que los seres humanos tienen la capacidad única de restablecer su estrés. Esta respuesta de relajación ayuda a ralentizar el ritmo cardíaco, reducir la tensión arterial, disminuir el consumo de oxígeno y reducir el nivel de hormonas del estrés. He aquí algunas recomendaciones que puede utilizar para restablecer su nivel de estrés.
Las técnicas de relajación suelen combinar la respiración y la atención concentrada para calmar la mente y el cuerpo. Incluyen relajación progresiva, imaginería guiada, biorretroalimentación, autohipnosis y ejercicios de respiración profunda. Utiliza estas técnicas para calmarte en los momentos en que te sientas estresado. El objetivo en todas estas actividades es producir conscientemente la respuesta natural de relajación del cuerpo, caracterizada por una respiración más lenta, una presión arterial más baja y una sensación de calma y bienestar. Una revisión de 2019 de tres estudios, con un total de 880 participantes, encontró pruebas que sugieren que los ejercicios de respiración diafragmática pueden ayudar a reducir el estrés. También se observaron cambios positivos prometedores en las autoevaluaciones de salud mental y en ciertas medidas físicas, como los niveles de cortisol y la presión arterial.
La meditación y las prácticas de atención plena tienen como objetivo ayudar a la persona a mantener la atención centrada y desarrollar una mayor conciencia del presente, lo que se traduce en una reducción de la ansiedad y la depresión y en una mejora del sueño. Un estudio de 2022 descubrió que las personas que practicaban mindfulness presentaban una reducción significativa de los niveles de estrés y ansiedad percibidos, así como un mejor equilibrio de algunos mediadores clave de la inflamación. Utilice la meditación y la atención plena para mejorar la gestión del estrés y fomentar el equilibrio a largo plazo.
El yoga también puede ser beneficioso para reducir el estrés. Una revisión realizada en 2020 de 12 estudios sobre diversos tipos de yoga para el control del estrés en adultos sanos halló efectos beneficiosos del yoga sobre las medidas de estrés percibido.
Si el estrés afecta a su vida laboral, sus relaciones o su salud, hable con su médico. Aprender nuevas formas de responder a este estrés puede reportarle importantes beneficios en su calidad de vida.
Fuente: Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral
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